En España como en muchos otros países existen construcciones en madera de varios siglos de antigüedad, solidez y durabilidad que hoy en día se encuentra superada gracias a la nueva tecnología disponible en el tratamiento de la madera que garantiza mayor duración.
Además de esto nuestras CASASDARMA cumplen con la normativa vigente sobre estructuras de madera (CTE-SE-M), y todos sus productos tienen garantía certificada.
Las viviendas construidas con estructura de madera son viviendas hipotecables si disponen de proyecto de arquitecto visado, de licencia de obras y Cédula de Habitabilidad, cumpliendo todos los requisitos legales y constructivos.
Las formas de pago son flexibles adaptándonos a sus necesidades, mediante certificaciones de obra; es la manera más satisfactoria para ambas partes. Conforme construimos, usted ve avanzar su vivienda e irá pagando las obras ejecutadas hasta la entrega de llave en mano.
Los acabados exteriores pueden ser de cara vista, de piedra, monocapa, madera, sate, etc. como cualquier construcción tradicional, con infinidad de opciones y personalizadas a gusto.
Nuestros acabados son tan variados como los de cualquier vivienda de construcción tradicional, acabados en yeso, piedra, hormigón, azulejos, madera, etc.
En CASAS DARMA cada proyecto es único. Ninguna vivienda es igual a otra, ya que nos adaptamos y estudiamos la necesidad de cada cliente. Para los clientes más indecisos, CASASDARMA dispone de modelos tipo diseñados con todo tipo de detalles que podrá encontrar en la pestaña CASASDARMA.
La resistencia al fuego de la estructura antes de su colapso es mayor que en una estructura metálica o de hormigón, ya que la madera tiene un coeficiente de conductividad calorífica muy bajo. Sólo arden las capas exteriores sin que penetre el calor en el interior. En un incendio, entre 500ºC y 1.200ºC la madera permanece intacta un centímetro por debajo de su superficie. En comparación, el acero pierde su capacidad portante a 450ºC mientras que la resistencia a compresión del hormigón se reduce a los dos tercios a 650ºC resquebrajándose, efecto que se acentúa al enfriarse rápidamente si es mojado por los medios de extinción.
Además, las estructuras de madera bajo la acción del fuego no se dilatan y por consiguiente no hay desplazamiento de apoyos, ni movimientos, por lo que no se derrumban facilitando la labor de seguridad y rescate.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en las primeras fases del incendio la madera aumenta su resistencia mecánica por efecto del calor al irse deshidratando. Por cada 1% de humedad que pierde, crece en un 4% la resistencia a la compresión y en un 2% la resistencia a la flexión. Esta pérdida de humedad compensa, inicialmente, la pérdida de resistencia debida a la disminución de sección producida al arder.
Además de protegerse por ambas caras por materiales ignífugos que cumplen las estipulaciones establecidas en el Código Técnico de la Edificación en materia de resistencia al fuego.
Utilizan como base de su sistema constructivo la madera material ecológico y respetuoso con el medio ambiente, renovable, reciclable, biodegradable, genera menos residuos, y produce menor gasto energético en su fabricación y montaje.
La capacidad de ahorro energético es superior a la de una vivienda tradicional. Las fachadas, suelos y cubiertas cuentan con el mejor aislamiento térmico y acústico, y su diseño con cámaras de aire ventiladas favorece la reducción del consumo de calefacción, agua caliente, refrigeración y ventilación, y su consiguiente ahorro económico.
Además, las viviendas pueden adaptarse de manera pasiva a distintas situaciones climáticas, aprovechando la utilización de parámetros bioclimáticos para conseguir un máximo ahorro de energía y confort.
En relación con el aislamiento térmico y acústico, la madera es un material excelente. Es aproximadamente seis veces más eficiente que el ladrillo, quince veces más que el hormigón o la piedra y 400 veces, más que el acero. Su bajo coeficiente de conductividad está muy por debajo del coeficiente del acero, del hormigón armado o del ladrillo, lo que significa que podemos obtener unos ahorros en calefacción y electricidad de hasta un 50%.
Además, dentro de la estructura portante de las fachadas y cubiertas añadimos unos paneles aislantes. Con todo esto, más la cámara ventilada del acabado exterior, conseguimos que, con este sistema, estemos muy por encima de niveles de aislamiento térmico en comparación con un sistema tradicional.
Como cualquier tipo de construcción, las viviendas con estructura de madera tienen, por Ley, una garantía de 10 años de duración.
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